sábado, 19 de marzo de 2016

Vietnam en 10 Dias: Bahia de Halong

Por fin estábamos en una barca rumbo a nuestro crucero. ¡No nos lo podíamos creer!

Inicialmente teníamos contratado un crucero de tres días y dos noches, pero por inclemencias del tiempo, no solo tuvimos que retrasarlo, sino que reducirlo a dos días con una única noche a bordo.

Tras leer el blog de El Rincon de Sele, habíamos decidido no correr riesgos y contratamos el Signature Cruise.

Las viviendas no disponen de luz ni agua potable.

El día de llegada, visitamos un pueblo flotante resguardado entre atolones de piedra karstica.
La visita la realizamos en una barca a remo junto a unos malagueños que habíamos conocido horas atrás, mientras esperábamos embarcar. Finalmente ellos se fueron al Signature Cruise y nosotros al Signature Royal, por lo que no pudimos compartir crucero.
Cuando nos reencontramos en la visita pensábamos que no podíamos mezclarnos los pasajeros de distintos barcos, pero no fue así.
En la barca a remos iba también una pareja de argentinos.

Por supuesto, el medio de transporte son las barcas a remo.

Esa tarde, ya solos en nuestro crucero, sin un solo pasajero que hablara español, disfrutamos de las vistas desde la cubierta del barco y nos hartamos de hacer fotografías.
Sorprendentemente solo una pareja más subió a contemplar el paisaje. ¿Haces este crucero y no subes a cubierta a ver la Bahia de Halong?

Típica foto con la bandera de Vietnam en la cubierta del barco.

Hacia un frío que congelaba, y la belleza de las islas me recordó a la excursión entre icebergs en el lago Argentino. Dos maravillas de la naturaleza en extremos del mundo, unidos en este caso por el gran frío que pasamos. Al menos no llovía como en Tam Coc.

Paisajes de "ensueño" en la Bahia de Halong.

Esa noche Alicia pescó un calamar en una de las actividades que ofrecía el barco y nos fuimos a dormir.

Aquí también hay vendedoras ambulantes como en Tam Coc.

La mañana siguiente amaneció lloviendo.
Visitamos una cueva y regresamos a puerto.
La cubierta del crucero estaba cerrada, (no tengo claro si por la lluvia o porque regresábamos) por lo que tuvimos que contentarnos con ver el paisaje por última vez desde las ventanas del restaurante.

Alicia en una cueva en el interior  de un islote.

Tanto que nos había costado llegar hasta aquí.
Tanto que habíamos luchado por disfrutar del crucero.
En menos de veinticuatro horas se había acabado.

Nuestro barco: el Signature Royal.

Y aquí de nuevo, tengo que enlazar con nuestra excursión por el lago Argentino. Si entonces dije que regresaríamos algún día, de este destino digo lo mismo: un día regresaremos, ¡pero esta vez en verano!

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