Pilares entre la vegetación (Hoa Lu). |
Antes de llegar visitamos Hoa Lu, la primera capital de Vietnam, donde lo más reseñable, más que los templos en si, es el entorno donde se encuentra: jardines con estanques con flores de loto y montañas karsticas de espesa vegetación.
Chica vietnamita que conducía nuestra barca (Tam Coc). |
En Tam Coc, después de comer en un buffet libre, nos montamos en una barca a remos conducida por una vietnamita. Como estaba chispeando continuamente, la chica llevaba un paraguas por lo que remaba con los pies.
De esta excursión por el rio Ngo Dong recuerdo el silencio, paz y tranquilidad del entorno, solo roto por el agradable ruido de los remos al entrar y salir del agua, y la conversación en vietnamita que tuvo nuestra conductora con su homologa de la barca de al lado.
Vegetación y niebla: enigmática combinación (Tam Coc). |
Que el cielo estuviera nublado, que las nubes bajas taparan las cimas de las montañas, que la neblina tapara visibilidad, nada de eso me importó. Al revés, creaba un aura de misterio difícil de olvidar. Lo que si me importó fue que no parara de caer una fina lluvia que mojaba continuamente el objetivo de la cámara y los cristales de mis gafas. Eso si que fue molesto e incomodo.
Después de pasar por las tres cuevas que dan nombre al lugar, dimos la vuelta y rechazamos las bebidas y comidas que otras barcas nos ofrecían.
Vendedora ambulante asaltando una barca (Tam Coc). |
Llegando a puerto nos pidió sesenta mil dones de propina (2,4€) pero solo le dimos treinta mil (poco mas de un euro).
En tierra, nos montamos en unas bicicletas y junto al guía y un pequeño grupo hicimos un recorrido por los arrozales. Aunque solo eran campos llenos de agua, no dejaba de maravillarme ante las montañas del entorno y el verde intenso de la vegetación.
Campos inundados de agua (Tam Coc). |
Sin duda, ese recorrido en bici por senderos embarrados entre arrozales se quedará en mi memoria espero que mucho tiempo.
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