domingo, 23 de octubre de 2005

MRG Space - La Fábula Del Escorpión

Hace mucho tiempo descubrí una historia de un escorpión y una rana...
Tengo que decir que me encantó, era tan real como desoladora.
Pero igual que todo refrán tiene su contrarrefran, toda historia tiene su contrahistoria, solo que yo no la conocía.
Y ayer la descubrí.
A continuación pongo las dos historias:

I. EL ESCORPIÓN Y LA RANA

Un escorpión, que deseaba atravesar el río, le dijo a una rana:
-Llévame a tu espalda.
-¿Que te lleve a mi espalda? -Contestó la rana-. ¡Ni pensarlo! ¡Te conozco! Si te llevo a mi espalda, me picarás en cuanto puedas. ¡Me matarás!
-No seas estúpida, -le dijo entonces el escorpión-. ¿No ves que si te pico te hundirás en el agua y que yo también me ahogaré?
Así pues, la rana cargó al escorpión sobre su resbaladiza espalda y empezaron la travesía.
Llegados al medio del gran río, allí donde se crean los remolinos, de repente el escorpión picó a la rana. Ésta sintió que el veneno mortal se extendía por su cuerpo y, mientras se ahogaba, y con ella el escorpión, le gritó:
-¿Ves? ¡Te lo había dicho! ¿Pero qué has hecho?
-No pude evitarlo. -Contestó el escorpión antes de desaparecer en las aguas-. Es mi naturaleza.

II. EL ESCORPIÓN Y EL MONJE

Un maestro oriental que vio cómo un escorpión se estaba ahogando, decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el escorpión lo picó. Por la reacción al dolor, el maestro lo soltó y el animal cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose.
El maestro intentó sacarlo otra vez y otra vez el escorpión lo picó.
Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo:
-Perdone, ¡pero usted es terco! ¿No entiende que cada vez que intente sacarlo del agua lo picará?.
El maestro respondió:
-La naturaleza del escorpión es picar y eso no va a cambiar la mía, que es ayudar.
Y entonces, ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le salvó la vida.

No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño; sólo toma precauciones.
Algunos persiguen la felicidad, otros la crean.

Tenlo presente siempre.
Que la conducta de las otras personas jamás condicione la tuya.
Sencillo, ¿no crees?

No hay comentarios:

Publicar un comentario