MI CRÓNICA
Como todas las tardes, durante este último año, ayer me encontraba en el Curso de Administrativo Polivalente para PYMES, en el CIFP Carlos III, cuando los monitores de los ordenadores, las mesas, las ventanas, e incluso las sillas, empezaron a temblar. Eran las cinco y unos minutos.
En mi vida, yo ya habÃa vivido dos terremotos más, pero ninguno se parecÃa a esto. Realmente noté como mi propio cuerpo temblaba. En Cartagena, mucha gente no notó este primer temblor, pero al estar en una tercera planta de un edificio viejo, posiblemente ayudó a que todos los allà presentes –no solo yo– lo notáramos.
En seguida nos dimos cuenta de que se trataba de un terremoto y me metà en el twitter y visité la cuenta de @maruizlv. Si esto habÃa sido un terremoto, no tenÃa ninguna duda que él lo reportarÃa. Y asà sucedió.
Desde entonces, estuve siguiendo las noticias a través de diversas cuentas y periódicos.
Hasta escasos minutos para las siete. Cuando se produjo el segundo terremoto. Más fuerte y más largo –o esa fue mi sensación– que el anterior.
Aquà sà que nos asustamos realmente. Nos pusimos de pie y dijimos que nos Ãbamos a la calle. Particularmente yo me asusté, porque veÃa que no se detenÃa. Era más intenso que el anterior y seguÃa y seguÃa, no se paraba. Fueron segundos, pero al ver lo fuerte que era, más que una réplica en Lorca, pensé que ahora nosotros estábamos teniendo uno. Y fue por este motivo por el que, yo al menos, decidà salir a la calle.
No regresamos a las clases.
En casa pondrÃamos la televisión y verÃamos las imágenes.
El Barcelona esa noche fue campeón de Liga, pero aquÃ, en la Región de Murcia, apenas se celebró.
Los seismos fueron de 4,4 y 5,1 grados.
Las cifras hablan de ocho muertos y el 80% de las viviendas afectadas.