Definido por el propio cantante como “un álbum para escuchar con una buena copa de vino junto a una chimenea”, en su día, quizás fue la grabación de Bunbury con peor acogida.
Y no es que fuera mala, pero si fue un tanto fría, igual que nos dejó el disco a mucha gente.
Después de la energía de la primera parte de Hellville Deluxe y el folk-country (no sabría definirlo) de la segunda mitad, este nuevo disco sonaba un tanto monótono.
Pero si hago esta review es porque Las Consecuencias, como el buen vino que debíamos degustar escuchándolo, ha ido mejorando con el tiempo.
Las tres primeras canciones (Las consecuencias, Ella me dijo que no, y El boxeador) son autenticas joyas. Las dos siguientes (Frente a frente y 21 de octubre) son de lo más flojo.
Después vienen otras tres que son fantásticas: Lo que más te gustó de mi, Los habitantes y Es hora de hablar.
Y de nuevo dos que no terminan de enganchar: De todo el mundo y Nunca se convence del todo a nadie de nada, canción que cedió a Niños del Brasil y cuya versión personalmente prefiero a la de Bunbury.
Videoclip (oficial) de Los habitantes.
Videoclip (oficial) de El boxeador.
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