El 4 de Julio de 1997 la sonda espacial Mars Pathfinder llegó a Marte y retrasmitió la primera fotografía desde el planeta rojo en muchos años. Ese mismo día Mariano R. Guasch cumplía 18 años, motivo por el cual siempre recordaría este hecho.
Pero en 1997 sucedió otra cosa que siempre recordaría el autor del presente escrito. Ese año, el de su mayoría de edad, fue el año en que la música electrónica triunfó en el ámbito comercial. Grupos de rock consagrados y en crecimiento, optaron por este estilo musical.
El antecedente más directo fue sin duda Underworld con su Born Slippy, tema incluido en la banda sonora de la película Trainspotting.
Con el éxito de este tema, el primero en lanzarse a la piscina fue David Bowie, con su disco Earthling, lanzado en febrero de 1997. Dead Man Walking resumen perfectamente el sonido del disco.
Un mes después le seguiría U2 con su incomprendido Pop, que pasaba de la Discothèque inicial al funeral, dejando, eso si, grandes piezas de rock como Mofo.
Depeche Mode publicarían en abril Ultra, quienes siendo una banda de música electrónica, profundizarían aun mas en su estilo, logrando su disco más trágico y oscuro: Barrel of a Gun será su máximo exponente.
Pero la guinda del pastel estaba aún por llegar. Tendríamos que esperar, casualmente, cinco días antes del mencionado 4 de Julio. En esa fecha Prodigy lanzó The Fat Of The Land: Breathe y Smack My Bitch Up (con polemic videoclip incluido) arrasarían ese verano.
En otoño llegarían los últimos en sumarse: Bunbury, el por entonces exlíder de Héroes del Silencio debutaría en solitario con Radical Sonora, una “copia” incluso en diseño interior del CD del disco grabado por David Bowie. Salomé o Planeta Sur no dejarán indiferente a ninguno de sus seguidores.
Finalmente Björk lanzaría Homogenic, cuya canción Hunter, la cual abre el disco, deja clara sus intenciones.
¿Qué sucedió después?
En 1999 muchos de estos grupos volvieron a publicar nuevos trabajos. Algunos, continuaron con su evolución, pero la gran mayoría suavizó el contenido eléctrico y giró hacia un sonido mas clásico.
Este fue el caso de David Bowie, o casualmente, de Bunbury, que siguiendo a su “maestro” se alejó de la electrónica y se adentró en la copla y música mediterránea con Pequeño.
Pero esa es otra historia, y en otro momento será contada…
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