miércoles, 8 de julio de 2009

Inspiración

Ayer fue el entierro de Michael Jackson. Televisado en directo. Todo muy mediático.
Durante la ceremonia estuve esperando que resucitara. Que en un truco final, se levantara y dijera que estaba vivo. Estuve esperando ese momento toda la tarde. Pero no. Michael Jackson se murió el pasado 25 de Junio.

Ayer, también fue el cumpleaños de mi abuela. 82 años, creo.
Fui a verla. Marinita corrió hacia mí al verme y se abrazó a la pierna.
También estaba Laura, mi madrina, mi abuela (naturalmente) y mis padres.

Por la noche no me apeteció encender el ordenador. Estaba aburrido y tampoco estaba inspirado para escribir nada aquí. Así que me puse a leer el libro de Larsson…
¡Madre mía! ¡Qué destrozo de película hicieron! Gracias a ella me enganché al libro, pero ahora que conozco el original, la película da vergüenza ajena (como adaptación, porque la base, el espíritu sí que lo mantiene, y prueba de ello es que me hizo descubrir el libro original).
No quiero imaginar todos aquellos que se leyeran el libro en su día y hayan visto la película. ¡Cuántas cosas suprime!
No he terminado de leérmelo, pero tal como van las cosas, espero que no me cambien al asesino. Cosa que no me extrañaría nada teniendo en cuenta el antecedente más directo: Ángeles y Demonios, donde en la película (entre otras muchas diferencias) salvan a uno de los preferetti para ponerlo de Papa, cuando en el libro éste muere en la fuente y es otro quien ocupa la santa sede.

Con la industria del cine hemos topado…

No hay comentarios:

Publicar un comentario