CONCIERTO DE FITO & FITIPALDIS (MULA)
Recogí a mi compañera en Fuente Álamo a las 17:00 horas y pusimos rumbo a Mula. Una vez en el pueblo, tras una pequeña confusión en una rotonda, encontramos el hotel sin ningún problema.
El hotel era el típico alojamiento de carretera, de roadmovie. Exteriormente parecía un bloque de viviendas de una sola planta. El bajo lo ocupaba un bar, la recepción, y unos salones.
Por la noche cerraban la puerta principal y había que subir por las escaleras de emergencia hasta la primera planta, donde estaban las habitaciones.
Tras dejar el equipaje, compramos hielo en una gasolinera cercana y cenamos mientras bebíamos algo. Pero entre que llegamos algo tarde, tardamos en decidirnos, y nos acomodamos a beber en las camas, al final se nos hizo tarde.
Salimos del hotel con el tiempo justo, y resultó encima que el concierto no era donde creíamos, si no en un lugar mas lejano todavía.
Cuando estábamos entrando, oímos como sonaban los primeros acordes de Antes de que cuente diez. Empezamos a correr.
Siguiendo a un grupo, conseguimos acercarnos algo al escenario. Teniendo en cuenta que llegamos con el concierto empezado, el lugar estaba muy bien.
Las primeras canciones se sucedieron ante la euforia colectiva que supone este tipo de celebraciones, pero un servidor se tuvo que marchar ¡solo! al servicio. No aguantaba mas. Quería disfrutar del concierto y así no podía hacerlo. Así que me marché mas allá del último espectador y sin la mas mínima cola expulsé parte del alcohol ingerido.
Ahora tenía que localizar a mi compañera.
Tomé los puntos de referencia y para mi sorpresa, tarde mucho menos de lo que me esperaba. Es mas, con un poco de mala suerte, ya me veía viendo el concierto yo solo.
Pero no fue así, y ahora empezaba un nuevo concierto para mi.
Mención especial a Tarde O Temprano (esa batería con los coros del público), la intervención del Lichis (de la Cabra Mecánica), Catorce Vidas Son Dos Gatos, el saludo del concierto anterior y el nuestro a Burjasot, y Que Necesario Es El Rock & Roll.
Puede gustar mas o menos Fito, pero sin duda, nadie puede negar de su entrega, sentido del ritmo, y dominio de la guitarra. Todo ello, por supuesto, acompañado de un gran grupo donde destacan Carlos Raya y el batería Daniel Griffin.
* * *
Cuando acabó el concierto nos fuimos lentamente hacia el hotel. Bebimos y comimos un poco mas, y nos fuimos a dormir. No hicimos ninguna gran fiesta. Al día siguiente teníamos la intención de continuar el Camino Santo a Caravaca.
Recogí a mi compañera en Fuente Álamo a las 17:00 horas y pusimos rumbo a Mula. Una vez en el pueblo, tras una pequeña confusión en una rotonda, encontramos el hotel sin ningún problema.
El hotel era el típico alojamiento de carretera, de roadmovie. Exteriormente parecía un bloque de viviendas de una sola planta. El bajo lo ocupaba un bar, la recepción, y unos salones.
Por la noche cerraban la puerta principal y había que subir por las escaleras de emergencia hasta la primera planta, donde estaban las habitaciones.
Tras dejar el equipaje, compramos hielo en una gasolinera cercana y cenamos mientras bebíamos algo. Pero entre que llegamos algo tarde, tardamos en decidirnos, y nos acomodamos a beber en las camas, al final se nos hizo tarde.
Salimos del hotel con el tiempo justo, y resultó encima que el concierto no era donde creíamos, si no en un lugar mas lejano todavía.
Cuando estábamos entrando, oímos como sonaban los primeros acordes de Antes de que cuente diez. Empezamos a correr.
Siguiendo a un grupo, conseguimos acercarnos algo al escenario. Teniendo en cuenta que llegamos con el concierto empezado, el lugar estaba muy bien.
Las primeras canciones se sucedieron ante la euforia colectiva que supone este tipo de celebraciones, pero un servidor se tuvo que marchar ¡solo! al servicio. No aguantaba mas. Quería disfrutar del concierto y así no podía hacerlo. Así que me marché mas allá del último espectador y sin la mas mínima cola expulsé parte del alcohol ingerido.
Ahora tenía que localizar a mi compañera.
Tomé los puntos de referencia y para mi sorpresa, tarde mucho menos de lo que me esperaba. Es mas, con un poco de mala suerte, ya me veía viendo el concierto yo solo.
Pero no fue así, y ahora empezaba un nuevo concierto para mi.
Mención especial a Tarde O Temprano (esa batería con los coros del público), la intervención del Lichis (de la Cabra Mecánica), Catorce Vidas Son Dos Gatos, el saludo del concierto anterior y el nuestro a Burjasot, y Que Necesario Es El Rock & Roll.
Puede gustar mas o menos Fito, pero sin duda, nadie puede negar de su entrega, sentido del ritmo, y dominio de la guitarra. Todo ello, por supuesto, acompañado de un gran grupo donde destacan Carlos Raya y el batería Daniel Griffin.
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Cuando acabó el concierto nos fuimos lentamente hacia el hotel. Bebimos y comimos un poco mas, y nos fuimos a dormir. No hicimos ninguna gran fiesta. Al día siguiente teníamos la intención de continuar el Camino Santo a Caravaca.
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