CAMINO CARAVACA: 5º Etapa

MULA-BULLAS (22,4 KM)

02 Octubre 2010

Esta es la primera de las dos últimas etapas que nos quedan para terminar el Camino.

Las hemos dejado para después del verano con el fin de no pasar tanto calor.

Tras un mes de Septiembre donde hemos tenido ocupados todos los fines de semana, este primero de Octubre nos decidimos a realizar esta primera etapa.

La verdad que estamos totalmente desentrenados, y yo, decido dos días antes, andar un poco por mi ciudad para estirar las piernas.

La tarde anterior me desplazo hasta Mazarrón, base de operaciones. De allí, partimos a la mañana siguiente, cada uno con su coche (por motivos de logística) con rumbo a Bullas.

No me hace ninguna gracia llegar antes al destino que al punto de salida, pero necesitamos un coche en la meta que nos lleve al punto de origen, y esta vez, a diferencia de las etapas anteriores, tanto Ali como yo, tenemos coche propio. Así que no dependemos de nadie.

En Bullas he estado una vez, en un concierto de Bunbury. En ese mes de Septiembre conocí a Ali por Internet. Recuerdo que la invité al concierto. Podíamos habernos conocido en este pueblo. Pero yo iba con un amigo. Al final quedamos en Murcia unas semanas después.

El caso es que recordaba la entrada al pueblo y como llegar a la calle principal, donde dejar en coche y por donde llegaríamos caminando.

Mula también la conocemos del concierto de Fito y la última etapa. Cuántos pueblos estamos conociendo gracias al Camino. Bromeo diciendo que debería ser asignatura obligatoria en secundaria. Es como hacer un Master en geografía de la Región de Murcia.

Hace un sol de justicia. Enseguida nos damos cuenta de que pasaremos calor.

Nos echamos crema protectora y bebemos mucha agua y Aquarius.

Bebemos tanto que al final tenemos que racionalizar el agua.

A las 10:44 ya estamos saliendo de Mula, pero el camino da muchas vueltas y rodeos.

Mas de una hora después llegamos a El Niño de Mula.
Cuando atravesamos el primer túnel son las 12:16.

El mayor aliciente que tiene esta etapa son los diferentes túneles que tenemos que atravesar.

Si en la etapa anterior destacaban los puentes, en esta, sin duda, son los túneles.

¿Cuántas infraestructuras habrán abandonadas por toda España sin darle un uso? Si no fuera por la vía verde, todas estas construcciones estarían abandonadas. Desconocidas para la mayoría de personas, como restos de una civilización extinguida.

Otra cosa que nos sorprende mucho, es la gran cantidad de ciclistas que vemos pasar. Ya no hacemos el camino solos. Cada cierto tiempo, no dejan de pasar grupos de ciclistas, bien senderistas, bien peregrinos. Pero el caso es que nunca estamos solos. Nos saludamos mutuamente y nos alegramos de ver mas gente en el Camino.

De pronto, miramos hacia atrás y vemos un grupo de peregrinos a pie.
Cuando están a nuestro lado, los saludamos y hablamos con ellos.

Tienen pensado pernoctar en Bullas y llegar al día siguiente a Caravaca. Yo me quedo con las ganas de incorporarme a su grupo. Me doy cuenta lo fácil que es en realidad hacer una piña en el Camino y entonces tengo la certeza de que todo lo que he leído en foros acerca del Camino de Santiago es cierto. Nunca una persona está sola. Siempre va a haber un grupo de peregrinos a quien incorporarse. Y me da una envidia muy sana.

Pero nosotros tenemos que llegar a Bullas y regresar a Mazarrón. En la siguiente etapa si haremos noche en Cehegín. Pero hoy no es el día.

Hablando con los peregrinos pasamos junto a unos corrales. Yo me quedo mirándolos y echo alguna foto. El grupo sigue caminando. De nuevo estamos solos. El móvil marca las 15:48.

Media hora después hemos llegado a Bullas.

La Oficina de Turismo, por supuesto, está cerrada. Recorremos todo el pueblo en busca de la Iglesia. El pueblo está de fiesta y se prepara algo en la plaza del Ayuntamiento, donde también está la iglesia. Pero sus puertas se encuentran cerradas.

Avanzamos un poco mas en busca del alojamiento para peregrinos, pensando que allí nos sellaran, pero desistimos de la idea, por lo lejano que se encuentra.

Decidimos regresar al coche y buscar el sello de Mula, que tampoco tenemos.

Ya en Mula, no tenemos ningún problema para encontrar la iglesia.

Sus puertas están abiertas y está llena de gente en espera de un bautizo.

Andrajosos como vamos, entramos los dos en la iglesia y en su sacristía, donde el cura nos sella sin ningún problema.

Cuando salimos a la calle, el reloj de la plaza marca las seis en punto.

Con la satisfacción del deber cumplido regresamos a Mazarrón.

La vuelta la hacemos cada uno en su coche, pero en realidad estamos juntos.

El Camino siempre nos unirá.