En unas elecciones donde el Partido Popular ha sido caballo ganador, el municipio de Mazarrón se convierte en el punto negro dentro de la gran superficie azul del mapa.
El pasado 11 de Junio, PSOE, IU-Verdes y la Unión Independiente de Mazarrón echaron de la alcaldía a Francisco Blaya.
El pasado 11 de Junio, PSOE, IU-Verdes y la Unión Independiente de Mazarrón echaron de la alcaldía a Francisco Blaya.
A pesar de ser la lista más votada, el Partido Popular ha perdido el Ayuntamiento debido al elevado descontento de la clase política hacia el máximo mandatario popular. Y se entiende «de la clase política» porque, repetimos, fue la lista más votada.
Acciones como la subida de su sueldo en un 100% igualando casi el salario de Zapatero, o la subida del complemento de productividad de la Policía Local, han hecho que los otros partidos políticos se hayan aliado, dando un duro correctivo al PP.
Ahora queda por ver las consecuencias que tendrá todo esto.
Ahora queda por ver las consecuencias que tendrá todo esto.
Por un lado, el Partido Popular queda muy debilitado en Mazarrón, y debe ponerse a trabajar duro si pretende recuperar la credibilidad perdida. Una de las vías, sería realizar una reforma interna, si bien es cierto, que es poco probable que suceda.
Por otro lado, el «tripartito» gobernante deberá hilar fino si no quiere descomponerse y abocar al municipio en una crisis mayor. Para evitar esto, tendrá que tener mucha mano izquierda (nunca mejor dicho), si quiere que las iniciativas de los distintos partidos lleguen a buen puerto.
Si finalmente ambas cosas suceden, Mazarrón habrá ganado. Si no, quedará por delante cuatro interminables años de inestabilidad política, y descontento ciudadano.
Si finalmente ambas cosas suceden, Mazarrón habrá ganado. Si no, quedará por delante cuatro interminables años de inestabilidad política, y descontento ciudadano.
El tiempo dirá…
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