lunes, 2 de septiembre de 2013

De Camping en las Lagunas de Ruidera

23-25 DE AGOSTO 2013
Con @alicia_mendez81

Siguiendo los consejos de WebPsicologos, el camping escogido para pasar el fin de semana fue el de Los Batanes, a pesar de no haberlo incluido en su lista de favoritos.




Salimos de Murcia después de comer y llegamos a las lagunas a media tarde, con el tiempo justo de montar la tienda de campaña, dar una vuelta por el césped de la piscina, y ver el atardecer en la laguna Redondilla.

Laguna Redondilla desde la piscina del camping.

Siguiendo las indicaciones de nuestros vecinos de parcela, esa noche andamos por el arcén de la carretera, esperando encontrar un cauce de agua y una pequeña cascada, pero no fuimos capaces de encontrarlos, así que regresamos a nuestra tienda y nos acostamos.
Era temprano. Ese día habíamos trabajado los dos.

La mañana siguiente la iniciamos con energías e ilusión. Nos preparamos para hacer senderismo (dos o tres horas), regresar para comer y darnos un baño en la piscina. Pero los planes los cambiamos rápidamente.

Playa en la Laguna de San Pedro.

Nada más salir del camping, encontramos lo que andábamos buscando la noche anterior, y que por falta de luz no vimos. A la izquierda había un camino que trascurría pegado a un cauce de agua. Cuando lo tomamos, vimos que daba lugar a una pequeña playa, donde entre otras cosas, se alquilaban canoas y cayaks.
Preguntamos cuando costaba, regresamos al camping, nos pusimos el bañador y cambiamos el senderismo a pie, por el remo en la Laguna de San Pedro.
Lástima que hubiéramos dejado las cámaras/móviles en el camping, porque el monitor nos ofreció cajas de plástico para poder echar fotos durante el recorrido. Pero después de haber ido ya a cambiarnos, no era plan de ir de nuevo. Las imágenes que vimos tendrán que permanecer en nuestra memoria.

Zona de cesped en torno a la piscina del camping.

Después del paseo, nos bañamos en la playa, comimos en el camping y pasamos la tarde en el césped y la piscina. Igual que el día anterior, cuando empezó a atardecer, fuimos a la playa de la Redondilla (no donde habíamos estado por la mañana) y realicé una gran cantidad de fotografías.

Atardecer en la Laguna Redondilla.

Esa noche, cenamos en uno de los bares en torno al camping. En el chiringuito de la piscina, probamos el coctel de la fiesta ibicenca que había y regresamos a nuestra parcela para jugar una partida a las damas que quedó en tablas.
Como era la última noche que pasábamos en el camping, nos dimos una vuelta por él antes de ir a dormir. Efectivamente, al día siguiente lo dejábamos, pero no por ello, acababa el viaje.

El domingo recogimos nuestros bártulos y pusimos rumbo a Ruidera (pueblo) por la carretera que bordea todas las lagunas. Nos detuvimos en varias de ellas para hacer fotografías y contemplar el paisaje.
Durante el trayecto descubrí –no me había documentado antes– que las lagunas se encuentran a distintas alturas y se comunican mediante pequeñas cascadas.

Salto de agua entre dos lagunas.

En Ruidera dimos la vuelta y regresamos junto a la playa de la Laguna de San Pedro, donde nos habíamos bañado la mañana anterior. Allí montamos la mesa y las sillas para comer, y descendiendo por la pared de roca, nos bañamos en medio de la laguna, alejados de la masificación de la playa.
Después de este baño, esta vez si, emprendimos rumbo a Murcia. El viaje había acabado. Ahora quedaba compartirlo y narrarlo.

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