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Créditos: Karolina Grabowska (Kaboompics.com) |
En esta ocasión quiero hablaros de la aceptación, pero no de procesos de duelos o rupturas, sino de la aceptación de las pequeñas contrariedades que nos van surgiendo en el dÃa a dÃa y hacen que nos cambie el humor.
Antes, ahora ya menos, era una persona que protestaba mucho y me lamentaba constantemente por cosas que me sucedÃan. Si en algún momento del dÃa me ocurrÃa algo imprevisto, me pasaba el resto del dÃa enfadado. No sabÃa desconectar del hecho. No sabÃa aceptar el hecho.
Pero un dÃa me di cuenta que asà no era feliz. No podÃa estar X horas después pensando todavÃa en un acontecimiento el cual no podÃa cambiar. Lo único que servÃa aquello era para generarme sentimientos de impotencia, rabia, tristeza…
A lo largo de cada dÃa nos suceden cosas que no nos gustan o no estaban en nuestros planes: desde comenzar el dÃa cayéndosete la taza de café al suelo, rompiéndose y manchándote los pantalones, hasta cosas más universales como pasar calor por vivir en Murcia un mes de agosto.
En el caso de comenzar con el café en el suelo, la taza rota y los pantalones manchados, tienes dos opciones: enfadarte y pasarte el dÃa enfadado; o decir: "no pasa nada"; y hacer el café de nuevo, barrer y cambiarte de pantalones. Ese tiempo es el mismo que a veces tardas en esperar el ascensor y detenerte en los semáforos en rojo de camino al trabajo.
En el segundo caso, no por maldecir el clima de Murcia, va a dejar de hacer calor. Lo que si puedes hacer es recordar situaciones divertidas en las que pasaste mucho calor (como dormir en verano en una tienda de campaña cerrada para que no entren mosquitos en plena ola de calor) o visualizarte en un lugar fresco (dentro del frigorÃfico o en medio de un glaciar).
Descubre EL PODER DE LA VISUALIZACIÓN.
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Créditos: Karolina Grabowska (Kaboompics.com) |
No podemos estar lamentándonos por cosas sobre las que no tenemos control o no podemos cambiar. Lo que si podemos es aceptar que sucede esto y obrar en consecuencia. Parece una tonterÃa, pero no lo es.
Y en el caso de que realmente no haya nada que podamos hacer, siempre nos quedará el humor.
El otro dÃa, después de escribir este artÃculo, pero antes de publicarlo (esto es un añadido), me fui a duchar porque cuando llegué de trabajar tenÃa calor. TodavÃa no sé por qué motivo exactamente, no fui capaz de que saliera agua frÃa por la ducha. ¡Yo que me querÃa refrescar, me estaba cociendo bajo los chorros de agua!
Estuve a punto de c*garme en todo y maldecir en voz alta, pero recordé este artÃculo de la "aceptación" y me obligué a reÃrme: allà estaba yo asado de calor dándome una ducha con agua caliente. Y allà estuve con el agua ardiendo hasta que me salió una carcajada y me reà en voz alta.
Tu eliges si la situación es cómica o dramática.
Cuando aprendas a aceptar las cosas que te suceden, descubrirás que eres más feliz.
¿Y en eso consiste la vida, no?
¿Y tú? ¿Aceptas las cosas que te suceden?
¿Estás de acuerdo con este artÃculo?
Si te ha gustado, no dudes en compartirlo.