jueves, 4 de octubre de 2018

Carta para Alejandra

Un año entre nosotros. Créditos: s-o-c-i-a-l-c-u-t.

Como buenos padres, hoy recordamos el día que naciste y todo lo que pasamos hasta que viniste al mundo: los nervios iniciales, la noche sin dormir contando contracciones, la mañana siguiente muertos de sueño, la tarde aprovechando a dormir cuando la matrona se marchaba… Y el instante en que por fin vimos tu carita.

Los dos primeros meses –me atrevería decir cuatro– no fueron buenos. Eras muy pequeña y nosotros muy inexpertos. Recuerdo el primer baño que te dimos: ¡qué desastre! Pusimos la bañera en el salón y llenamos todo de agua. Después nos dimos cuenta que el agua estaba demasiado fría para ti. Por fortuna aprendimos rápido y ahora disfrutas chapoteando como una enana.

La llegada de la primavera coincidió con que tu ya eras más mayor y no querías ir acostada en el carrito. ¡Ese fue un gran paso! Entonces pasamos a salir de paseo llevándote sentada hacia nosotros viéndote esa carita tratando de no perder detalle de nada, mirándolo todo: un gato que pasa, un coche que hace ruido, una persona que me cruzo. Ahora, sentada hacía delante añades a todo esto ir con la mano estirada para intentar tocar todo lo que se pone a tu alcance.

Un año, 365 días, cuántas vivencias y ¡qué rápido ha pasado todo!
Tu primer baño en el mar, empezar a gatear, decir papa papa, hacer las palmitas…
Pero lo que más me gusta de ti sin duda es esa alegría y ansia por descubrirlo todo. Esa ilusión por la vida. Te miro y deseo que seas siempre así de feliz, que nadie te borre esa sonrisa.

Tu papa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario